Los juegos ayudan a los niños a aprender, explorar el mundo y comunicarse

Desde muy pequeños, los niños empiezan a explorar el mundo, inventando todo tipo de juegos: clasificar por colores, juntar piezas pequeñas, etc. Desde los primeros días de exploración del mundo, los juegos tienen un efecto beneficioso en los niños.

¿A qué edad deben iniciarse los niños en los juegos de mesa?

A los niños más pequeños aún les cuesta entender las reglas y no tienen paciencia para una partida larga. Aunque, si el niño está interesado, puede probar un juego de memoria antes de los tres años. Las reglas son bastante sencillas: basta con elegir dos cartas iguales.

A partir de los tres años, puedes empezar a jugar a juegos de dados fáciles como Serpientes y Escaleras. Se trata de un juego legendario con muchas variantes.

Las damas también pueden enseñarse a un niño de tres años. Primero debe observar el juego, averiguar qué se ha hecho y por qué, y cuáles son los planes. Por supuesto, si le interesa. No se debe obligar a los niños a hacer algo, ya que esto sólo les desanimará. Las damas desarrollan la atención y el pensamiento lógico del niño.

También me interesó uno de los juegos para los más pequeños. Los niños de tres años ya son muy buenos apilando los bloques.

Los niños de 6-7 años entienden mejor el significado de los juegos de cartas. Los juegos de cartas tradicionales, como Guerra (el juego consiste en recoger todas las cartas de la baraja) o Cerdo (el juego consiste en que gane quien se quede sin cartas) son buenas opciones. Otros juegos más nuevos para esta edad son el Dobble (hay que encontrar un símbolo que coincida en dos cartas) o el Uno (hay que emparejar los colores o los números de las cartas). Por primera vez, los padres pueden enseñarles las reglas, explicárselas con sus propias palabras y así las partidas durarán días: ¡mucho mejor que sentarse al teléfono!

Y no te olvides del juego de acción Twister. A los niños les encanta retozar y correr, y este juego les ayuda a gastar su energía de forma rápida y eficaz. Los niños de seis años ya pueden jugar con confianza.