Juegos de estrategia

La palabra "estrategia" procede del griego. Significa "el arte de dirigir un ejército, de dar órdenes". Los juegos de estrategia cambian ligeramente el significado de este concepto. Nadie obliga a los jugadores a hacer nada en particular, sino que depende de cada uno pensar qué y cómo hacerlo mejor para derrotar a los demás.

¿La estrategia siempre ayuda a ganar?

Los juegos de estrategia te animan a pensar varios pasos por delante. Por desgracia, otros jugadores pueden interponerse en tu camino realizando acciones que no esperabas. Entonces hay que pensar en nuevos movimientos y volver a elegir el camino a seguir. El jugador con el mejor plan estratégico suele ganar. Por supuesto, también hay casos en los que el propio juego crea mejores condiciones para que el adversario gane. Por ejemplo, roba cartas útiles, alguna ayuda, etc.

Juegos de estrategia, ¿cómo jugar?

Por ejemplo... Carcasona. Un jugador empieza a construir una ciudad. Coloca un montón de cartas y llevará mucha ventaja cuando complete esa ciudad. El otro jugador también quiere ganar, así que elabora un plan estratégico para apoderarse de la ciudad del primer jugador y conseguir todos los puntos por ello. Para ello, coloca las cartas con sus fichas junto a la ciudad que quiere tomar durante varios turnos. Finalmente, la ciudad se fusiona. Como el primer jugador no entendió los planes estratégicos de su oponente, sigue colocando 1 de sus piezas en la ciudad. El adversario tenía 2 piezas en esa ciudad y, por tanto, obtuvo todos los puntos.

Otro ejemplo. Pandemia. En este juego, la estrategia no es contra el otro jugador, sino contra el propio juego. Los jugadores pueden comunicarse y discutir qué acciones es mejor tomar, qué cartas es mejor recoger para un personaje concreto. Por ejemplo, los cubos de enfermedad no pueden colocarse en la ciudad donde se encuentra el especialista en cuarentena ni en todas las ciudades conectadas a ella. Sabiendo este hecho, es mejor colocar al especialista en cuarentena en una ciudad cerca de la cual es probable que se produzca pronto un brote de epidemia.